Existe una trinchera del emprendimiento que poco se impulsa, pero que tiene suma relevancia: El emprendimiento social. Emprender no es nada más para las personas que quieran hacer negocios.
Ángel López, Maestro encargado de la Incubadora de negocios de la Facultad de Contaduría Pública y Administración de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), lo sabe. Entre sus tareas destaca promover que las y los emprendedores desarrollen sus proyectos y, de manera visionaria, él nos platicó que se trata de también impulsar a las personas que tienen propuestas sociales o una manera de ayudar a la comunidad y al medio ambiente. Eso también es emprendimiento.
Existe el emprendimiento social
El Mtro. Ángel, que colabora desde hace 7 años en temas de emprendimiento, innovación y liderazgo nos cuenta desde la experiencia cómo hay objetivos del emprendimiento que van muy de la mano con la atención a los problemas sociales.
En sus palabras, hay varios canales para accionar y tres pasos son esenciales:
Concientización: Hay que sensibilizar a través de foros y pláticas a las personas para detonar el espíritu emprendedor.
Estructura: Una vez capturadas las ideas, hay que incubarlas y trazar una línea de acción.
Acompañamiento: Existen diferentes programas de emprendimiento que dan seguimiento a que las cosas sucedan.
“Todas y todos somos emprendedores, a veces solo falta un empujoncito”,
Nos platica, y agrega que quizá da miedo emprender, pero hay personas que con vocación y visión buscan que las cosas sucedan
Un Mejor México es posible accionando.
Le preguntamos al Mtro. Ángel si un Mejor México es posible y sin titubeos nos respondió: Todas y todos tenemos que tomar parte y dejar de esperar que un tercero actúe.
Decidir dejar de ser espectadores es el primer paso para escalar a generar el cambio, una decisión puede escalar a las diferentes instancias para generar una verdadera transformación.
Citando al Mtro. Ángel: “El cuidar a nuestra comunidad es un tema de empatía”.
Como Mejor México, Ángel cree que es muy importante promover la empatía como un paso fundamental para transformar nuestra mentalidad y fomentar el cuidado de nuestra comunidad. Lo que, en consecuencia, puede propiciar ocupar nuestra trinchera para sentir inspiración para creer y crear soluciones.
El cambio arranca en lo personal.
Si desde lo personal somos capaces de hacer conciencia, nuestra visión y acción pueden fomentar impacto social, reflexiona Ángel.
Hay que ponernos en los zapatos de los demás y para eso no hay nada mejor que la vivencia en carne propia. ¿Cómo? el Mtro. Ángel propone que: una gran alternativa es el voluntariado, ir más allá de idealizar el cambio, avanzar con una participación activa en nuestro entorno, proponer alternativas que puedan sumar más personas y a la vez sean propuestas continuas y sostenibles. En resumen, lograr involucrar a más personas es un reto, pero es el antídoto al individualismo.
También nos dice, que como población somos mayoría ante las instituciones y tomadores de decisiones. Lo que se traduce en una ventaja importante. En otras palabras, existe gente que quiere apoyar, que quiere darle forma a su empatía y el camino es el emprendimiento. Se puede hacer la diferencia sumando conciencia, empatía y sobre todo participación social.
Un cambio significativo puede empezar con un emprendimiento.
Decía Nelson Mandela que la Educación es el arma más fuerte para cambiar a la humanidad. El Mtro Ángel nos comparte que él añadiría:
“La educación y el emprendimiento te permite accionar el conocimiento” para así generar el verdadero cambio.
“El cambio está en nosotros, no esperemos a que alguien más lo haga, porque sino, nunca pasará” concluyó.
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